Puede que nunca te hayas percatado de su presencia o que tu sistema de calefacción sea muy antiguo y no los tenga, pero el detentor es una parte muy importante de tu radiador. Por eso, en este artículo vamos a explicar su funcionamiento y las ventajas que aporta colocar un detentor en el radiador.
El detentor es una válvula que regula la salida del agua del radiador. Se sitúa en uno de los extremos de la parte inferior y, junto con la válvula de entrada de agua, permite aislar a cada radiador del resto de la instalación de calefacción central. Su función principal es la de cerrar el paso de agua durante las labores de mantenimiento, reparación o cambio del radiador.
El IDAE en su Guía práctica sobre instalaciones centralizadas de calefacción y agua caliente sanitaria en edificios de viviendas recomienda que los detentores estén instalados de manera que se puedan aislar los radiadores sin interrumpir el servicio del resto de la instalación.
Problemas de no contar con un detentor en el radiador
Actualmente, la mayoría de instalaciones incorporan el detentor como una parte más del radiador, pero en construcciones antiguas, anteriores a los años ochenta es probable su ausencia.
No contar con detentores en los radiadores provoca que, en instalaciones de calefacción central, ante una posible avería o sustitución de un radiador sea necesario vaciar el circuito completo de calefacción. Esto puede dar lugar a varios problemas:
- Un elevado gasto de agua. Vaciar una instalación de calefacción central para sustituir un único radiador supone un gran desperdicio de agua y, además, un mayor gasto económico para la comunidad de vecinos. Un problema que se podría evitar si se hubiera instalado un detentor en el radiador que se desea cambiar.
- El tiempo que se tarda en vaciar la instalación es elevado y, además, es un proceso que podría terminar generando alguna avería. En cambio, cerrar el detentor es un gesto que apenas dura unos segundos y, además, se minimizan los riesgos para el resto del sistema de calefacción.
- Los vecinos se quedan sin servicio de calefacción si se avería un radiador sin detentor de los que forman la instalación. Con los detentores, en cambio, se pueden reparar los radiadores sin que esto afecte al resto de vecinos.
- Deterioro del sistema al reponer el agua. En instalaciones sin detentor en los radiadores, en las que haya tenido que hacerse un vaciado del sistema, es necesario realizar un llenado de la instalación una vez que los problemas se han solucionado. El poder de corrosión del agua puede provocar daños e incrustaciones en las tuberías, calderas y radiadores. Por ello, no conviene que este proceso de vaciado-llenado se repita constantemente, ya que podría reducir la vida útil de la instalación.
Para su instalación, confía en profesionales
Si los radiadores no cuentan con detentores, ¿puede el usuario comprarlos e instalarlos sin más? Al ser un montaje que afecta al sistema de calefacción central, este debe ser realizado por profesionales cualificados que ofrezcan garantías de que todo este proceso se realizará sin dañar el conjunto de la instalación. De esta manera evitaremos posibles malas prácticas que puedan perjudicar al sistema de calefacción central y al conjunto de vecinos.
En Remica contamos con más de tres décadas de experiencia en el sector. Uno de nuestros consultores energéticos visitará la instalación y estudiará la opción que mejor se adapte. Puedes escribirnos a remica@remica.es o llamar al número de teléfono 91 396 03 00. No dudes en consultarnos, estaremos encantados de atenderte.
Consejos para sacar el máximo partido a tus radiadores
Aparte de los cuidados propios del mantenimiento, como los purgados, que son esenciales para la puesta a punto de los radiadores y la instalación, hay una serie de recomendaciones que conviene tener en cuenta para asegurar su óptimo funcionamiento:
- No taparlos para evitar que pierdan capacidad calorífica. Es recomendable no colocar objetos pegados ni cubrirlos con cortinas u otro tipo de objetos decorativos.
- No pintarlos, pues una capa de pintura reduce también la emisión de calor.
- Limpiar su superficie con asiduidad y prestar atención a posibles manchas u oxidaciones que pudieran aparecer.
- Si están colocados en huecos o zonas pocos accesibles es recomendable colocar elementos reflectantes para que el calor aumente su proyección.
- Vigilar su correcto funcionamiento, si hacen ruidos, pierden agua o no aportan el calor deseado es el momento de contactar con un especialista que nos solucione el problema.
- Para aumentar el confort de la estancia, lo ideal es que la colocación se realice justo debajo de las ventanas. De esta manera contribuirán a repartir el calor por toda la habitación.