Ahora que está llegando el frío y tenemos que poner a punto nuestra instalación, los profesionales hablan de válvulas termostáticas pero exactamente qué pieza es y dónde se encuentra.

Sin duda es un elemento importante ya que pueden regular el consumo que se hace de la energía. ¿Cómo puede ser? La válvula termostática es la encargada de regular el caudal de agua en el radiador, esto significa que en función de su uso ofrece la posibilidad de mantener la temperatura de confort que necesita el usuario. Cuando la válvula permite el paso de un mayor caudal, se traduce en un aumento de la emisión del calor y también del consumo de energía.

 

¿Qué mecanismo existe dentro de una válvula termostática para que pueda regular el caudal?

La válvula termostática a diferencia de la válvula manual puede regular el caudal de agua que hay en el radiador, como hemos señalado. Gracias a esto, son los propios usuarios lo que pueden ajustar en función de las necesidades de calefacción que tengan.

Si hablamos de válvula termostática es porque también existe la válvula manual, en esta última la diferencia es que la regulación la realiza el propio usuario de forma manual.

 

¿Y de qué se compone una válvula termostática?

Para que se consiga esta regulación de caudal como hemos comentado debemos identificar sus componentes. Por un lado encontramos el cabezal termostático, su función es identificar la temperatura de la habitación y la temperatura que se desea alcanzar y en base a ello abre, cierra o regula el caudal del agua en el radiador.

Por otro lado otro de los elementos que componen la válvula termostática es la válvula termostatizable, se coloca en la entrada de agua del radiador, y puede ser de reglaje simple, de doble reglaje o dinámica. Remica no instala y desaconseja el uso de válvulas de simple reglaje ya que en algunos radiadores pueden producir histéresis muy altas (diferencias de temperatura de más menos dos grados centígrados).

 

¿Por qué optar por válvulas termostáticas?

Durante este año que está a punto de llegar a su fin AERCCA (Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción) publicó un informe sobre un estudio de los ahorros derivados de la contabilización individual de calefacción, suscrito con la Universidad de Alcalá. De él se extraen datos interesantes que refuerzan la idea de aumentar el ahorro y la eficiencia energética en los edificios y como para ellos se deben realizar determinadas actuaciones sobre las instalaciones de calefacción, entre las que se encuentra la instalación de repartidores de costes de calefacción y válvulas termostáticas.

Uno de los datos que cabe subrayar es el ahorro de energía final por temporada, para el conjunto de fincas analizadas, es de un 24,7% de media, con variaciones comprendidas entre un 17,8% y un 30,8%, en función de las temperaturas de confort máxima y mínima, respectivamente.

 

¿Cómo hago para instalarlas en mi casa?

Si ha llegado el momento de colocar las válvulas termostáticas es porque se ha individualizado el sistema de calefacción y gracias a ellas se podrá regular la temperatura y el control del consumo que se realiza en el hogar.

No es obligatorio instalar una válvula termostática en cada uno de los radiadores, es más, según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) recomienda instalar válvulas termostáticas solo en las estancias principales de la vivienda, es decir, lo que sería el comedor, sala de estar y habitaciones.

Cabe destacar que la instalación de válvulas termostáticas debe llevarse a cabo por un profesional, ya que se procede a una manipulación de la instalación. Si se hace de esta manera se evita que el circuito se vea dañado u ocurra algún perjuicio para los vecinos. El momento más adecuado para su instalación es cuando las temperaturas son más altas, ya que de manera contraria estaríamos hablando de la época de frío y los radiadores tendrían que dejar de funcionar, provocando una interrupción en la calefacción.

Si necesita más información puede ponerse en contacto con Remica en el número de teléfono 91 396 03 00 o mandar un correo electrónico a remica@remica.es donde atenderán todas sus consultas.