Las calderas de condensación son equipos altamente eficientes, capaces de aprovechar el calor de condensación del agua de los humos. De ese modo, pueden lograr un rendimiento energético hasta un 30% superior respecto a las calderas tradicionales.

En edificios residenciales con sala de calderas comunitaria, las calderas de condensación pueden dar servicio a decenas –o, incluso, a centenas-de viviendas y proporcionar grandes beneficios: menos consumo energético y menos emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, sin que ello suponga una merma en el confort de las personas.

 

¿Qué caracteriza a una caldera de condensación?

Según la Guía básica de calderas de condensación, editada por FENERCOM, las principales características de este tipo de calderas son:

 

En la imagen, calderas de condensación
En la imagen, calderas de condensación

¿Cómo usar esta caldera?

La Guía básica de calderas de condensación muestra a través de una serie de ejemplos que el número de horas que las calderas pueden entrar en régimen de condensación es muy elevado. Para conseguir un  mayor aprovechamiento de esta tecnología, es fundamental elegir bien el tipo de combustible, así como contemplar al detalle las condiciones de diseño de la instalación.

En cuanto a la elección del combustible, señalan que “en todos los casos, el número de horas con posibilidad de condensación es superior para el gas natural que para el gasóleo C”.

Igualmente, sostienen que “siempre es mejor trabajar con temperaturas de retorno bajas, para así obligar a los gases de la combustión a llegar a puntos de condensación y liberar esa energía extra”.

Y recuerdan que una de las mayores pérdidas energéticas que tienen las calderas son las pérdidas de calor sensible por los humos (qhs) que son directamente proporcionales a la temperatura de éstos, luego, si la condensación reduce la temperatura de los humos, está también reduciendo de manera muy notoria estas pérdidas, incrementando el rendimiento estacional de las calderas.

 

Caldera de condensación de gas: ¿Por qué son necesarias?

En países europeos como Alemania, Reino Unido u Holanda las calderas de condensación tienen una importante presencia. En nuestro país se va avanzando, pero todavía queda mucho que hacer: en el año 2007, el porcentaje de calderas de condensación sobre el volumen de ventas sólo alcanzó el 1%.

Algunos de los argumentos en favor de este tipo de calderas son:

Para más información, puede consultarse la Guía básica de calderas de condensación (Fenercom).

En Remica Servicios Energéticos, con más de 30 años en el sector de las instalaciones térmicas, disponemos de una amplia experiencia en la instalación y rehabilitación de salas de calderas.

Los datos acumulados por nuestra compañía demuestran que la utilización de calderas de condensación en edificios residenciales, combinadas con otras medidas de ahorro y eficiencia energética, tiene un impacto positivo en las viviendas donde se implantan.

Según un estudio presentado recientemente por nuestra compañía,  las Comunidades de Propietarios con sistema de calefacción central que renuevan sus viejas calderas por calderas de condensación e individualizan su sistema de calefacción logran, de media, ahorros energéticos anuales superiores al 40%. Estas cifras se obtuvieron de un informe realizado por Remica Servicios Energéticos, elaborado con datos obtenidos por la entidad certificadora TÜV Rheinland durante las dos últimas temporadas de calefacción (2013/14 y 2014/15).

¿Quieres más información sobre cómo las calderas de condensación y otras medidas de ahorro y eficiencia energética pueden generar importantes ahorros energéticos y mejorar el confort del edificio de viviendas? Llámanos al 91 396 03 00 o escríbenos a remica@remica.es y un consultor energético de Remica responderá a todas tus preguntas.