Nos acompañan en casa y durante todo el invierno nos proporcionan calor. Los radiadores son el tipo de emisor de calor más frecuente en los hogares y se han convertido en unos compañeros tan fieles contra el frío que apenas reparamos de su existencia excepto cuando parece que no funcionan correctamente. Sin embargo, no son todos iguales. Existen distintos tipos de radiadores. La Guía sobre las Claves para la Optimización de las instalaciones de calefacción individuales que edita  Fenercom los clasifica en función del material del que están hechos.

esquema de un tipo de radiador

 

Tipos de radiadores

Algunos de los tipos de radiadores más frecuentes son:

 

Antes de elegir un radiador, ¿qué conviene saber?

¿Sabías que un tipo de radiador no emite más calor que otro? La emisión del calor depende más de su tamaño y de su forma. También tienes que tener en cuenta que no por instalar el radiador más grande lograrás que el sistema de calefacción funcione mejor en tu hogar.

El radiador debe elegirse en función de las necesidades térmicas que precisa cada estancia. Lo mejor es dejarse guiar por el consejo de un profesional acreditado que estudie las necesidades de tu vivienda y te aconseje en función de ellas.

Una vez elegido, es conveniente seguir algunos consejos para mantener un correcto funcionamiento del radiador:

Además, no te olvides de purgar los radiadores al menos una vez al año, antes de que comience la temporada de calefacción.  Un proceso que es necesario porque, durante los meses de calor, cuando los radiadores han permanecido inactivos, es frecuente que se hayan creado bolsas de aire que van a parar a los radiadores. Este aire se debe expulsar a través del proceso de purgado.

Para realizar el purgado de los radiadores, basta con girar la válvula de purgado y esperar a que salga agua, momento que indica que el aire ha sido expulsado del todo.  Un buen truco para no ensuciar es situar una botella de plástico bajo la válvula para que el agua caiga dentro de ella. Si a la botella se le realiza un agujero de unos 10 mm de diámetro en la parte alta, cerca del cuello de la misma, se puede manipular la válvula con un destornillador mientras todo el líquido queda dentro del recipiente.

Recuerda que en  instalaciones de calefacción central –en las que una misma sala de calderas proporciona calefacción a varias viviendas– es importante que aquellos usuarios que vayan a purgar los radiadores de sus hogares avisen al responsable de la instalación. De ese modo podrán informarse de si se ha producido el llenado de la instalación de calefacción o si esta permanece aún vacía, en cuyo caso sería inútil realizar el purgado por no haber agua en la instalación.