A pesar de que la primavera se asocia habitualmente con el buen tiempo, lo cierto es que en las primeras semanas de este cambio de estación las bajas temperaturas todavía pueden ser las protagonistas, especialmente en las regiones más frías. Aunque ya lejos de los rigores del invierno, todavía es necesario lograr una temperatura ideal de calefacción para obtener el confort que las personas necesitan en su hogar o puesto de trabajo.

 

Previsión para la primavera 2017

A diferencia de lo que sucediera el pasado año, cuando la primavera fue más fría de lo normal (la tercera en la historia de España) y con más lluvia; la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) augura que en el periodo comprendido entre marzo y abril de 2017 habrá una mayor probabilidad de que la temperatura alcance valores superiores a los normales en toda España, si se compara con el periodo de referencia 1981-2010.

Lo habitual es que la temperatura media en primavera se sitúe en torno a los 13,6 grados centígrados; un índice que podría superarse este año de verse cumplidas las previsiones.

En cuanto a las precipitaciones, AEMET estima que en la primavera de 2017 existe una mayor probabilidad de que las precipitaciones sean inferiores a lo normal en Canarias; algo que, por otra parte, puede entrar dentro de lo normal, por tratarse de una de las regiones más secas. Sin embargo, en el resto de España  no se apreciarán diferencias significativas con respecto a lo habitual en esta época.

 

Conseguir una temperatura ideal de calefacción en primavera

Teniendo en cuenta que esta primavera de 2017 durará  92 días y 18 horas, y terminará el 21 de junio con el comienzo del verano, y que se trata de una estación en la que los cambios térmicos pueden producirse en un corto periodo de tiempo, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones para regular los sistemas de climatización y calefacción para lograr una temperatura ideal de confort para las personas.

 

Mantener una temperatura de calefacción adecuada

El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE) recuerda que la temperatura a la que se programa la calefacción condiciona el consumo de energía. Así pues, por cada grado centígrado que aumentamos la temperatura de calefacción, se incrementa el consumo de energía aproximadamente un 7%.

Hacer un uso racional de la calefacción durante la época más fría de primavera es fundamental para ahorrar energía ya que se estima que las instalaciones fijas de calefacción y agua caliente sanitaria suponen alrededor del 67% del consumo energético de los hogares españoles.

 

Confort “a gusto de todos”

Si preguntamos a varias personas cuál es su temperatura ideal de calefacción, seguramente las respuestas serán de lo más variadas, ya que la sensación de confort es en cierta medida subjetiva. Sin embargo, desde el IDAE recuerdan que una temperatura entre 19 y 21 grados centígrados es suficiente para la mayoría de personas. Además, por la noche, en los dormitorios basta tener una temperatura de 15 a 17 grados centígrados  para que las personas se sientan cómodas.

 

Termostatos inteligentes para regular la temperatura

La tecnología avanza a pasos agigantados, también en lo que se refiere a sistemas para regular la calefacción. Gracias a los termostatos inteligentes es posible hoy en día gestionar los sistemas de calefacción durante los días más fríos de primavera desde un dispositivo portátil (Smartphone, tablet…) a distancia.

Las ventajas de este sistema son grandes, tanto en lo que se refiere a encontrar el confort de las personas como desde el punto de vista de ahorro energético. Así, por ejemplo, estos termostatos inteligentes permiten al usuario asegurarse de que ha apagado la calefacción (y de no ser así, apagarla a distancia), o de programar el encendido de calefacción instantes antes de llegar a casa, para encontrársela a la temperatura de confort ideal que desea. En una época de cambios térmicos tan acusados como la primavera todo esto supone una gran ventaja.

 

Utilizar ropa adecuada

Aunque parezca una obviedad, la ropa que utilizan las personas influye en su confort térmico. Prendas demasiado abrigadas cuando hace calor, y demasiado ligeras cuando hace frío fuerzan a enceder los sistemas de climatización y calefacción siendo innecesario.

 

¡Que entre la luz!

En primavera aumentan las horas de luz solar. Entonces, ¿por qué no subir las persianas y descorrer las cortinas para aprovechar este recurso natural? Además de depender menos de la iluminación artificial, los rayos solares contribuyen a calentar los espacios. En ocasiones, esta medida puede ser suficiente para calentar las estancias sin tener que encender la calefacción.