La individualización del consumo de calefacción central nos permite tener una calefacción diferente, con la que cada vecino podrá conocer y controlar el confort de su vivienda, decidiendo el gasto que va a tener en consecuencia.
Hasta ahora, los usuarios de un edificio con calefacción central pagaban ésta a través de los gastos de comunidad, en los que se incluía una cantidad que no variaba a lo largo del año y que dependía de los metros cuadrados de cada vivienda.
En los edificios con calefacción central es habitual que unos vecinos pasaran frío y otros de exceso de temperatura, con el consiguiente despilfarro energético. Ahora, con la individualización del consumo se puede dar un giro de 180º a esta situación.
Pongamos un ejemplo:
Una familia acaba de individualizar el consumo de calefacción en su vivienda y se va de vacaciones. Gracias al nuevo sistema, podrán cerrar los radiadores para que no consuman y por tanto, reducir su recibo. Si además han instalado cabezales electrónicos con actuación a distancia en sus radiadores, podrán controlar la temperatura de su hogar desde el móvil.
Así, antes de volver a casa, establecen la temperatura que quieren en cada estancia, por ejemplo, 22ºC en el salón y 18ºC en las habitaciones. A su llegada, la vivienda se encuentra a la temperatura de confort. Supongamos, por último, que uno de los miembros se queda algún día más de vacaciones. Desde el ‘smartphone’ podrá elegir dejar apagado el radiador de su habitación, evitando así un consumo innecesario.
Como hemos visto, la individualización permite un amplio abanico de posibilidades de ahorro y reducción de emisiones de CO , abriendo la puerta a un nuevo concepto de calefacción que se adapta a las necesidades de cada individuo.