En una comunidad de propietarios, los gastos de calefacción y agua caliente pueden representar más del 60% de la factura común. Y, aunque es cierto que la calefacción central es por lo general más eficiente y económica que los sistemas individuales, también hay que tener en cuenta que sin una correcta gestión de la instalación, los ahorros no serán efectivos.
Estos son algunos de los criterios que debemos tener en cuenta para sacar el mayor partido de los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS):
- Las tuberías deben estar bien aisladas. En las instalaciones colectivas, entre la caldera y las viviendas suele existir una distancia considerable. Para que en el proceso no se produzcan pérdidas, es importante aislar bien todas las tuberías que pasen por espacios no calefactados (sala de calderas, garajes, falsos techos, etc.).
- Mejorar el aislamiento de la fachada y la cubierta, así como de las ventanas también es necesario si se quieren evitar pérdidas de calefacción de entre el 25% y el 30%.
- Si se renueva la caldera, hay que considerar las particularidades de cada instalación. Dado el precio actual de los combustibles, las comunidades que se plantean cambiar su vieja caldera de gasoil por una nueva suelen migrar a calderas que utilizan combustibles más económicos, como por ejemplo el gas o la biomasa. Sin embargo, hay que tener en cuenta las características de cada instalación para decantarse por una u otra opción: el gas llega hasta las comunidades a través de tuberías. La biomasa, por el contario, precisa de un espacio de almacenamiento cerca de la caldera.
- En cualquier caso, hay que optar por calderas energéticamente eficientes. Las calderas de condensación o de baja temperatura con acumuladores permiten amortizar la inversión en pocos años pero, además, posibilitan aunar calefacción y producción de ACS.
- La caldera centralizada es más eficiente que las individuales, pero esta mayor eficiencia energética no se nota si se producen derroches a la hora de consumir. Por eso es necesario contar con profesionales que gestionen correctamente la instalación de calefacción.
- Consumo individualizado. La individualización del consumo de calefacción permite repartir los gastos en función del consumo de cada vivienda.
- Sustituir las antiguas válvulas de radiador por válvulas termostáticas. Se trata de un paso necesario para lograr una individualización efectiva del consumo de calefacción. Instaladas en los radiadores, las válvulas termostáticas permiten adaptar la temperatura a las necesidades de cada estancia. Pero, además, para que la instalación funcione correctamente, es necesario realizar un adecuado equilibrado hidráulico que garantice el mismo caudal de agua en todo el sistema de distribución. Así se evitan problemas habituales en las instalaciones comunitarias de calefacción, como que los áticos sean mucho más fríos que los primeros pisos.
- Aprovechar las energías renovables para la producción de ACS. Según el Código Técnico de la Edificación (CTE) parte del consumo de agua caliente debe provenir de fuentes de energía renovables. Utilizar la energía solar térmica para la producción de agua caliente puede satisfacer entre el 50 y el 70 por ciento de la demanda.
- Instalar en las viviendas sistemas que ayuden a optimizar el consumo de agua, tales como cabezales de ducha de bajo consumo, o perlizadores en grifos. De ese modo los hogares disfrutan de un flujo suficiente de agua sin que se produzcan derroches.
Para mejorar la eficiencia energética de las instalaciones de calefacción lo mejor es acudir a profesionales experimentados. En este sentido, las Empresas de Servicios Energéticos como Remica ofrecen atención personalizada, a la medida de cada comunidad de propietarios.