“Más vale prevenir que curar”. Esta (vieja) frase hecha, que significa que “es mejor adoptar los medios necesarios para que una situación no desemboque en un final sin solución alguna”, también se puede aplicar a las instalaciones térmicas centralizadas en las que mejor prevenir problemas con calderas para evitar averías que pueden resultar realmente costosas.

No se trata solo de prevenir averías, sino de evitar el derroche energético, reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera y, al mismo tiempo, lograr que las personas que habitan los edificios disfruten del confort térmico que necesitan.

prevenir problemas con calderas de condensación

¿Cómo prevenir problemas con las calderas?

Las calderas son el elemento central de las instalaciones de calefacción. Su función es producir agua caliente para calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) que se utiliza en cocinas, baños, etc. Para asegurarse de que siempre funcionan de manera óptima y prevenir problemas se deben seguir las siguientes recomendaciones:

1. Auditoría energética

Si las calderas son bastante antiguas, quizá haya llegado el momento de cambiarlas. Para saber con certeza si las calderas han llegado o no al final de su vida útil, lo mejor es contactar con un experto en instalaciones térmicas que realice un diagnóstico o auditoría de la instalación.

Hay que tener en cuenta que, aunque la caldera no haya llegado al final de su vida útil, quizá esté construida basándose en una tecnología ineficiente, que genere un consumo excesivo de energía.

Si además existen otros problemas, como un mal aislamiento térmico de la envolvente, a buen seguro en el edificio tendrán un problema de derroche energético que podría agravarse con el tiempo. Contratar a un experto en eficiencia energética que realice un diagnóstico adecuado de la situación es la mejor manera de ser consciente de cuál es la situación actual y qué medios pueden ponerse para evitar el derroche de energía.

2. Instalar calderas de condensación

Lo más recomendable para terminar con el problema de derroche energético cuando toca cambiar la vieja caldera es sustituirla por una caldera de condensación. Actualmente este tipo de tecnología se considera la más eficiente energéticamente a comparación de otras ya que:

3. Mantenimiento preventivo y correctivo

Sin embargo, y a pesar de contar con calderas de alta eficiencia, nunca puede faltar un adecuado mantenimiento, preventivo y correctivo de la instalación. Solo así se podrá satisfacer la demanda de calor del edificio con el mínimo consumo energético posible y sin registrar incidencias graves que afecten al buen funcionamiento de la instalación.

 4. Gestión energética 

Un mantenimiento tradicional de la caldera se asegura que todos los componentes de la misma funcionen adecuadamente. Sin embargo, no detectan si se está produciendo un derroche de energía. O si conviene modificar los horarios de encendido/apagado de la caldera para, por ejemplo, evitar que esta permanezca encendida cuando el edificio permanece vacío.

Si lo que se desea es optimizar el funcionamiento de la caldera, lo mejor contar con una empresa de servicios energéticos (ESE) cuyo principal papel es el de conseguir que sus clientes ahorren energía. Este ahorro se consigue mediante medidas planificadas, llevadas a cabo con el objetivo de utilizar la mínima cantidad posible de energía dando un servicio adecuado, manteniendo o incluso mejorando los niveles de confort.

5. Servicio de telegestión

Algunas instalaciones térmicas deciden incorporar servicio de telegestión, mediante el cual, las calderas y las instalaciones térmicas pueden ser monitorizadas a distancia por técnicos especializados.

La telegestión permite realizar diversas operaciones: cambios en los puntos de consigna de temperaturas, modificaciones de los horarios de funcionamiento, verificación del correcto funcionamiento de la instalación, seguimiento de la eficiencia energética y el confort ambiental.

Gracias a este servicio se obtienen alarmas inmediatas cuando los parámetros y variables de funcionamiento de la instalación se salen de los óptimos establecidos, lo que permite prevenir problemas con calderas y ofrecer una solución rápida, restableciendo los niveles de funcionalidad correctos.

 

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