Con las altas temperaturas,  las instalaciones de calefacción central permanecen apagadas. Es precisamente ahora cuando conviene hacer esos pequeños ajustes para que todo funcione a la perfección cuando llegue de nuevo la temporada de encender la calefacción.

 

Limpiar la caldera

Limpiar la caldera o calderas que forman la instalación de calefacción central debe realizarse con la instalación apagada. Por ello, es en los meses de primavera y verano cuando conviene aprovechar para realizar esta tarea.

 

Mejoras en el sistema de calefacción central

Es posible que durante la temporada de calefacción, los usuarios hayan notado pequeñas incidencias que, aunque no han supuesto una interrupción del servicio de calefacción, han podido generar molestias o falta de confort.

Por ello, desde Remica Servicios Energéticos recomendamos que, si todavía no lo ha hecho, la comunidad de propietarios comunique a la empresa encargada del mantenimiento de la instalación cuáles han sido esas incidencias para poder solucionarlas en esta época.

Hacerlo cuando el sistema de calefacción central está apagado presenta la ventaja de que no lo notan los usuarios. En cambio, si se realizara en plena temporada de calefacción, podría representar molestias o falta de servicio.

 

Actuaciones habituales

Una de las mejoras frecuentes que se suele realizar en esta época es la instalación de centralitas de regulación en las salas de calderas que aún no las tienen. También se aprovecha para sustituir cuadros eléctricos de salas de calderas que han quedado fuera de normativa; un cambio que si se realizara durante la temporada de calefacción podría dejar durante un par de días sin servicio a la comunidad.

 

¿Qué debe evitarse?

Con la instalación de calefacción central apagada, conviene tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

 

No realizar encendidos

Durante los meses de buen tiempo, no se realizan  operaciones de mantenimiento (que según el Reglamento de Instalaciones Térmicas, RITE, deben ser mensuales  durante la temporada de calefacción, cuando la instalación de calefacción está a pleno rendimiento). Y es que encender la caldera únicamente para realizar estas tareas es innecesario y, además, supone un derroche energético.

 

La instalación no debe permanecer vacía por mucho tiempo

Si la comunidad de propietarios decide aprovechar el parón de  la instalación de calefacción para hacer reformas, y eso hace necesario vaciar de agua el circuito de calefacción, este debe permanecer vacío el menor tiempo posible.

Un vaciado prolongado del circuito de calefacción puede producir problemas y desajustes, como que en algunas uniones se puedan producir deterioros que generen fugas.

 

Los vecinos no deben notar molestias

El apagado del sistema de calefacción central no debe causar molestias en las viviendas ni afectar al servicio de agua caliente sanitaria (ACS). De hecho, en aquellos casos en los que se cuenta con dos calderas, una para calefacción y otra para agua caliente sanitaria, lo más habitual es apagar la de calefacción, aunque se deja preparada por si fallara la de agua caliente durante el verano y esta tuviera que entrar en modo “apoyo”.

 

 

Sobre el encendido y apagado de calefacción central

Aunque la normativa actual no obliga a que un técnico cualificado realice el apagado o el encendido de calefacción central,  lo más conveniente es que estas operaciones las realice el mantenedor, especialmente en instalaciones con una centralita de regulación compleja.

De ese modo, las comunidades se aseguran de que todo se ha realizado de forma conveniente y se evitan incidencias, como que en la comunidad piensen que han quitado el servicio pero, en realidad, no ha sido así al mantener otros parámetros como horarios, temperaturas, etc.

Respecto a cuándo es conveniente encender o apagar la calefacción, conviene destacar que es la propia comunidad de propietarios la que decide:

Aunque no es obligatorio de acuerdo a la normativa, conviene que antes del encendido el mantenedor realice una revisión previa de la instalación.