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D. José Porras, presidente de Remica, durante la entrevista

El presidente de Remica, D. José Porras, ha pasado por los micrófonos del programa de Radio 3 «Sin distancias«, dirigido por la UNED, donde ha relatado su experiencia al frente de la compañía, cómo fue la trasformación de empresa de mantenimiento a una de servicios energéticos y sus sensaciones en torno a cómo evolucionará el sector.

Aquí puedes escuchar la entrevista:

 

Lo primero que me gustaría que hiciera es presentar a Remica.
Remica empezó en enero de 1984 como empresa  de mantenimiento, algo que era novedoso ya que en ese momento había sobre todo instaladores de calefacción y carboneros.  En 1982 se publica el RCAS, el primer reglamento de instalaciones térmicas de España,  aparece la obligación legal de mantener las instalaciones térmicas centralizadas. Al albur de ello nació Remica, como pionera en el sector del mantenimiento. Actualmente llevamos unos 5500 edificios en mantenimiento en Madrid, lo que supone aproximadamente   uno de cada tres edificios con instalaciones centralizadas.

Y ¿en España?
En Castilla la Mancha tenemos una delegación en Albacete. Tenemos acuerdos en otras partes de España, en Bilbao, Castilla y León, Extremadura… Pero yo diría que el 90% de nuestro mercado es Madrid.

¿Cómo fue el salto a los servicios energéticos?
A finales de los ’90 llegó a nuestros oídos que se estaban desarrollando por el centro de Europa las empresas de servicios energéticos y quisimos saber de qué se trataba. Nos contaron que eran empresas que se dedicaban al ahorro de la energía y rápidamente nos interesó porque la energía ya empezaba a ser un problema.

En el ’99 fui a Alemania a ver en qué consistían y allí me recibieron muy bien, cuando volví de aquel viaje no sabía si volvía de Alemania o de otro planeta, venía alucinado con las cosas que aprendí con aquella gente a la que les estoy verdaderamente agradecido. Vi cómo ellos ya se preocupaban de ahorrar energía cuando aquí en España nadie hablaba de esto.

Nos dimos cuenta de que era necesario traer ese concepto a España. Pusimos a toda nuestra fuerza comercial a trabajar en este asunto, pero la verdad es que tanto en el ‘99 como en el 2000 no vendimos nada. En el 2001 firmamos un contrato, el primero. Y luego, poco a poco, hemos ido creciendo mucho. Hoy los servicios energéticos es el producto número uno de la compañía, el que más valor añadido aporta, por encima incluso del mantenimiento de las instalaciones que tradicionalmente era el producto estrella.

¿Cómo reaccionamos los españoles ante este concepto?
Hay de todo. En términos de cifras, en los últimos cinco años estamos creciendo entre un 20 y un 30 por ciento anuales en contratos de servicios energéticos. Con la que está cayendo, registrar ese crecimiento en el sector es muy raro. Sobre todo en temas relacionados con la edificación. Esto, ¿qué quiere decir? Pues que cada vez hay más personas que escuchan el mensaje del ahorro energético.

Sin embargo, vamos bastante desfasados con respecto a Europa, a cómo piensan o cómo actúan los alemanes, o los daneses, que serían el paradigma en el “compromiso triple 20” para el año 2020, ellos ya han terminado. Yo estuve en Dinamarca hace unos meses y la verdad es que es impresionante ver cómo se toman en serio esto de ahorrar.

En España, ¿cuál cree que es el nivel de compromiso con la eficiencia energética?
No tenemos un enorme compromiso, de hecho, cuando se firmó el protocolo de Eficiencia Energética, España votó en contra. Al final nos quedamos en minoría y estamos obligados a cumplirlo. Está a punto de trasponerse esta directiva europea  lo que va a generar cambios legislativos muy importantes.

En España no ha habido ningún movimiento dirigido a concienciar al ciudadano sobre la eficiencia energético y no lo entiendo porque somos un país tremendamente deficitario. Cuando uno sale fuera es diferente, ¿por qué gente más rica que nosotros ahorran tanto? A lo mejor, por eso son tan ricos.

De cara a los estudiantes, hay un aspecto que es muy importante y que me gustaría que nos explicara, ¿qué diferencia hay entre una empresa mantenedora y una de servicios energéticos?
La diferencia clave es que una empresa mantenedora puede tomar medidas para ahorrar energía pero si no lo consigue es el cliente final el que asume el riesgo; mientras, una Empresa de Servicios Energéticos (ESE) explica al cliente que va a llevar a cabo una serie de medidas para ahorrar energía y si no lo hace, es la propia empresa la que paga.

Digamos que la misión de una empresa mantenedora es la seguridad de la instalación y la fiabilidad, las instalaciones tienen que funcionar el máximo tiempo posible y no averiarse.  Ahí termina básicamente su labor, el ahorro energético no entra dentro de su contrato. En una ESE hay que tener en cuenta todos los temas relacionados con la seguridad y el confort, eso por supuesto, pero también se compromete con el cliente a unos ahorros.

Entonces, las empresas tradicionales de mantenimiento tenderán a esta dirección…
Bastantes empresas que eran instaladoras y mantenedoras sí están introduciendo en el mercado de los servicios energéticos. Lo que ocurre es que no es fácil porque se requiere una experiencia. No se pueden asumir riesgos de un consumo energético si no se tiene una experiencia previa. Es como tirarse de un avión sin saber si llevas el paracaídas puesto.

Nosotros empezamos en el ’99 y hemos comenzado a garantizar consumos hace cuatro años. Hemos necesitado un bagaje de varios años para poder hacerlo.

Supongo que vender un servicio energético a una empresa será más fácil que vendérselo a una comunidad de propietarios…
No, no tiene por qué. Las comunidades de propietarios lo están comprando. Tenemos un plan que se llama 40/7 que asegura ahorros superiores al 40%, con financiación máximo 7 años y a coste cero. Esto quiere decir que la financiación se paga con los ahorros, los vecinos no tienen que hacer ninguna derrama, ni ningún pago. No hay coste para los usuarios, por lo que las comunidades lo están aceptando muy bien. Yo te diría que a lo mejor estamos creciendo más en el sector residencial que en el terciario o en el industrial. Esto no es un gasto, es una inversión que se amortiza con el ahorro.

Respecto a la gestión energética, ¿qué tipo de profesionales son los que la llevan a cabo?
Básicamente son ingenieros, la mayoría industriales. Este trabajo incluye mucho cálculo de pay-back, mezclar distintas medidas, aplicarlas a cada cliente… Son expertos en ingeniería, expertos en ahorro y eficiencia, pero también tienen que ser buenos financieros, han de ser capaces de calcular un ROI, un TIR, un PayBack…

Está bien que digas eso, porque hay muchas asignaturas que los alumnos consideran ‘marias’ y no lo son. Por último, ¿qué consejos darías a los estudiantes que quieren trabajar en el sector de los servicios energéticos?
Yo les diría que no les va a faltar trabajo en este sector porque la humanidad está inmersa en un problema energético serio, estamos al final de la era de los combustibles fósiles y esta generación de jóvenes lo va a vivir plenamente. Por ello, va a haber una gran demanda de expertos en ahorro y eficiencia energética. Es un oficio nuevo que antes no existía porque antes la energía era muy barata y no era necesario ahorrar en algo que era muy barato.

Sin embargo, cuanto más cara sea la energía, más necesidad va a haber de este tipo de profesionales. Por eso, espero que esta colaboración entre Remica y la UNED fructifique y ver a muchos jóvenes aprendiendo con nosotros y aportando cosas nuevas.