Alrededor de un 10% de los hogares españoles cuenta con instalaciones de calefacción central.

En este tipo de instalaciones, una misma caldera (o conjunto de calderas) aporta el calor que necesitan el sistema de agua caliente sanitaria (ACS) y los radiadores de un edificio/ conjunto de edificios.

Ventajas de las instalaciones de calefacción central

Entre las ventajas de las instalaciones de calefacción central destacan:

 

Calefacción central, pero con posibilidad de regular la calefacción por vivienda

La tecnología de regulación y control, así como el mantenimiento, hace posible que en edificios con calefacción central, los habitantes de cada vivienda tengan autonomía a la hora de elegir la temperatura.

Así, aunque horarios de encendido/apagado de la caldera central se deciden entre toda la comunidad de propietarios, cada vecino tiene la posibilidad de regular la calefacción de su hogar y pagar en base a ello (gracias a la individualización del consumo).

¡En Remica contamos con más de tres décadas de experiencia  en este tipo de instalaciones centralizadas!

Mejor caldera de calefacción central: pros y contras según el tipo de combustible

Según el tipo de combustible, existen diferentes tipos de calderas comunitarias. Si quieres saber cuáles son los pros y contras de cada una ¡sigue leyendo y te lo contamos!

 

Caldera de Gasoil

Las calderas de gasoil son frecuentes en instalaciones de calefacción central antiguas. Al utilizar un combustible fósil caro y altamente contaminante, están condenadas a desaparecer.

Además, las comunidades con este tipo de calefacción deben destinar un espacio de la instalación a almacenar combustible. Y el funcionamiento de la caldera es menos eficiente que el de otro tipo de tecnologías.

 

Caldera de gas

Aunque el gas natural es un combustible fósil, se considera un “combustible de transición” hacia sistemas de calefacción más eficientes.

En muchas viviendas se combina este tipo de combustible con paneles solares térmicos, por lo que parte del servicio de agua caliente sanitaria (ACS) o, incluso, calefacción provienen de la luz solar.

Las calderas de gas actuales cuentan con “tecnología de condensación”, es decir,  aprovechan el calor de condensación del vapor de agua de los humos de combustión.

De ese modo,  pueden lograr un rendimiento energético hasta un 30% superior respecto a las calderas tradicionales.

Además, el gas no necesita un espacio de almacenamiento ya que llega a la instalación a través de una red de distribución general.

No obstante, conviene tener en cuenta que este tipo de tecnología también desaparecerá ya que los sistemas de calefacción terminarán por basarse en energías 100% renovables.

Para saber más, quizá te interese este artículo Objetivo: Lograr instalaciones térmicas “cero emisiones

 

Caldera de biomasa

La calefacción de biomasa se considera sostenible ya que genera un “balance neutro en la emisiones de dióxido de carbono”.

Al proceder de materia vegetal, (los tipos de biomasa más frecuente  en España son la astilla, el pellet y el hueso de aceituna) cierra el ciclo de dióxido de carbono que absorbieron las plantas durante su crecimiento.

En Remica contamos con varias instalaciones de calefacción central con Biomasa. La biomasa es un excelente sistema de calefacción para entornos rurales o poco poblados ya que además sirve para activar el empleo local y aprovechar residuos agrícolas o forestales.

No obstante, antes de optar  por este tipo de caldera, hay que tener en cuenta que necesita cumplir con ciertas condiciones, como disponer en la sala de calderas de un espacio de almacenamiento para la biomasa.

Además, es menos eficiente que otras tecnologías de calefacción y, durante su combustión, produce humos y cenizas.

 

Bomba de calor

Aunque es frecuente pensar en la “bomba de calor” como el típico aparato de “aire acondicionado” que se instala en viviendas individuales, también existen bombas de calor en sistemas centralizados.

La ventaja de las bombas de calor es resultan tremendamente eficientes si se combinan con aerotermia para producir calefacción y agua caliente sanitaria (ACS).

La aerotermia es una tecnología que ha avanzado mucho en cuanto a rendimientos y temperaturas a alcanzar.

¡Además es muy sostenible! Se rige por normas estrictas que garantizan su sostenibilidad (normativa tanto en lo que respecta a los refrigerantes F-GAS para neutralizar las emisiones directas, como EcoDesign para combatir las emisiones indirectas).

La aerotermia puede combinarse con energía solar fotovoltaica, ya que se nutre de electricidad. De hecho, es una combinación por la que ya se están decantando muchas constructoras en edificios de viviendas de nueva construcción.

En edificios ya existentes, según nuestra experiencia, a pesar de que lo que más se instala actualmente son calderas de gas de condensación en edificios de viviendas con calefacción central, poco a poco van aumentando las comunidades que deciden integrar sistemas de aerotermia para generar calefacción y agua caliente sanitaria.

 

¿Buscas la mejor caldera? Hacemos un diagnóstico personalizado

No existe una respuesta estándar sobre cuál es la mejor caldera. En general, lo mejor es realizar un estudio de cada instalación y conocer las necesidades de sus habitantes.

Los consultores energéticos de Remica trabajan así: en primer lugar, realizan una auditoría energética y, posteriormente, habiendo recabado toda la información de consumos, horarios, patologías, etc. realizan una propuesta para lograr un sistema de calefacción más eficiente y sostenible.

Además, para realizar esa propuesta siempre se tiene en cuenta el Retorno de la Inversión (ROI), para que los ahorros energéticos logrados contribuyan a amortizar el coste de las medidas aplicadas.

Y te informamos y gestionamos las subvenciones de las que te puedes beneficiar.

¿Quieres más información? Ponte en contacto con Remica. Teléfono 91 396 03 03  / email: comercial@remica.es