Según la normativa vigente, las comunidades de propietarios con salas de calderas comunitarias tienen la obligación de velar por el correcto mantenimiento de calefacción y contratar a una empresa mantenedora habilitada para tal fin.

 

Responsabilidades legales

Contratar un servicio de mantenimiento de calefacción preventivo y correctivo  no es una opción, sino una obligación, tal y como figura en el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE), según el cual el titular o usuario de la instalación –en este caso, la comunidad de propietarios–  es responsable de:

 

¿Qué se considera una compañía mantenedora habilitada?

Para conocer si una compañía ofrece un servicio de mantenimiento de calefacción central adecuado a las necesidades de la instalación, conviene que demuestre su solvencia en tres aspectos:

 

Conviene además apostar por la eficiencia energética

Más allá de un mantenimiento preventivo y correctivo solvente, que asegure el buen funcionamiento de la instalación, también conviene optimizar el rendimiento, es decir, que la instalación no consuma más energía de la estrictamente necesaria.

En Remica, nuestras más de tres décadas de experiencia en la gestión y mantenimiento de instalaciones térmicas nos ha llevado a comprobar que aplicar medidas de ahorro y eficiencia energéticas, sumadas a un buen mantenimiento de calefacción, pueden generar ahorros de hasta el 30 por ciento en combustible.

Para las comunidades de propietarios se trata de un ahorro muy importante ya que la mayor partida presupuestaria en los gastos de calefacción comunitaria se destina a gastos de combustible.

 

La importancia de la telegestión

En Remica, dentro de nuestro servicio de mantenimiento correctivo, contamos con un importante instrumento: el sistema de telegestión 24 horas, que cuenta con las siguientes ventajas:

Pongamos un ejemplo práctico para describir los beneficios de la telegestión en el mantenimiento correctivo. Imaginemos por ejemplo un depósito de agua caliente con una capacidad de 1.000 litros. Si se produjera una avería y la instalación no estuviera telegestionada, es probable que la compañía de mantenimiento no fuera consciente de este problema hasta que los usuarios que se quedaran sin agua caliente y dieran el aviso. En este caso, la interrupción del servicio se dejaría notar en las viviendas de los usuarios, que no volverían a tener agua caliente hasta que el servicio técnico arreglara la avería y volvieran a llenar el depósito.

En cambio, gracias al sistema de telegestión se pueden evitar este tipo de situaciones ya que es posible detectar y arreglar la avería antes de que se vacíe completamente el depósito de agua y, en consecuencia, los usuarios no tienen por qué notar una falta de servicio.

 

También para la gestión energética la telegestión es fundamental ya que el sistema avisa de ineficiencias energéticas, aquellas que el cliente no percibe por no interrumpirse el servicio, sin embargo, el rendimiento de la instalación va disminuyendo. Si no se controla, esto puede derivar en un mayor consumo del combustible que el necesario para que los usuarios gocen del confort que necesitan en sus hogares.