¿Cuántas veces recibimos en casa o en nuestro mail facturas de los servicios que tenemos contratos y desconocemos los conceptos que aparecen en ellas? Entender la factura de calefacción y agua caliente nos parece arduo y complicado, para ayudar a comprender bien las facturas  de los servicios que prestamos; desde Remica hemos puesto en marcha una iniciativa, que consiste en la creación de una serie de vídeos explicativos donde desglosamos paso a paso lo que significan los conceptos y los datos que aparecen en ellas.

En el primer vídeo, ya publicado, nos hemos centrado en las factura del producto GICA.

¿Qué es una GICA?

Puede que vivas en una y no lo sepas, las características de este  sistema de es que aúna las ventajas de la calefacción individual y las de la centralizada. GICA “Gestión Individual de Calefacción y Agua Caliente Sanitaria (ACS)” de Remica es un sistema individual, es decir, cada hogar tiene un termostato con el que controla el encendido de la calefacción y la temperatura a la que desea estar, todo ello dentro de unos parámetros generales que hayan decidido en la comunidad, ya que existe en el edificio un cuarto de calderas encargado de abastecer a todos los vecinos. ¿Ventajas? No tenemos en casa la caldera por lo que hay más espacio dentro de las viviendas y mayor seguridad al no tener acceso a los sistemas, conductos de calefacción y agua caliente sanitaria. Es la empresa mantenedora, la encargada de las revisiones y manipulación de las calderas comunitarias cuando sea necesario y todos estos gastos son compartidos por todos los usuarios.

Ahora que sabemos en qué consiste el sistema GICA de Remica y recibimos una factura ¿cómo interpretarla? Entender la factura de calefacción y ACS resultará sencillo cuando hayamos explicado todos los pasos.

En primer lugar encontramos un primer bloque donde aparecen los datos del contrato y los datos postales. En la mayoría estos datos coinciden pero en ocasiones pueden no coincidir ya que el contrato puede estar a nombre de una persona con una dirección y querer que le enviemos la factura a otra dirección.

A continuación aparecen una serie de términos; como la póliza esta es la numeración que aparece en el contrato/póliza con Remica, este número, distinto para cada cliente, sirve para la localización del expediente en el caso de que nos realicen consultas de los servicios contratados. También aparece especificado el número de cuenta donde será domiciliado el pago de la factura y se pasará al cobro a los quince días de la fecha de la factura que se señala y el número de factura.

En el siguiente bloque encontramos divididos, por un lado la calefacción y por otro el agua caliente sanitaria. Ambos siguen el mismo esquema. En el bloque de calefacción vemos el código de contador con diez cifras ¿qué es? En un número de serie exclusivo para ese contador,  con el que el usuario  puede comprobar que la lectura que se factura se corresponde con nuestro contador y poder comprobar cuando lo requiera,  las lecturas que nos envía  la empresa.

La fecha de lectura anterior y la lectura anterior se tienen que corresponder con la factura anteriormente recibida.  La fecha de lectura actual y la lectura actual se corresponden con los datos del periodo de cierre para la nueva factura que se recibe.

El consumo en kWh es resultado de la resta de la lectura actual menos la lectura del periodo anterior. Ese consumo aparece en el detalle de facturación junto con el precio del kWh correspondiente al trimestre y con las actualizaciones del mercado. El importe a facturar, por calefacción, es el resultado de multiplicar el precio por el consumo.

Al importe resultante del consumo de calefacción, hay que sumarle la cuota fija; cuota firmada en el contrato. Es un importe que se factura todos los meses del año, y es la misma cantidad durante los doce meses. Se factura haya o no consumo, de ahí su nombre de ‘cuota fija’.

Las mismas operaciones se realizan para el bloque de agua caliente sanitaria.

A la suma de los dos bloques, Calefacción y Agua Caliente Sanitaria; debemos añadir los impuestos, en este caso es el I.V.A., establecido actualmente en un 21%. Por lo tanto la suma de la calefacción, agua caliente, cuota fija e I.V.A. es el total de la factura que se pasará al cobro en la cuenta domiciliada a los quince días de la fecha de la factura que figura en el primer bloque que hemos explicado.

Facturación electrónica

Son los clientes los que deciden como quieren recibir su factura, en papel por correo postal o de manera electrónica por email. Las empresas deben adaptarse a las necesidades de los clientes intentando entre todos  contribuir con el medio ambiente mediante la  promoción de la factura electrónica.  Apostar por la facturación electrónica supone una notable reducción en el uso de papel, pero no es su única ventaja, ya que también se dejaría de desperdiciar energía y recursos con la distribución, almacenamiento y eliminación de las facturas en papel, más fácil de archivar y sin ocupar sitio en casa.

Para solicitar la factura electrónica solo hay que enviar un correo electrónico a la dirección efactura@remica.es   indicando el nombre del titular del contrato, la dirección completa de la vivienda y solicitando el cambio a la modalidad de facturación electrónica.