Una de las patologías frecuentes que sufren los habitantes de las viviendas con calefacción central es el desequilibrio térmico.

Este fenómeno provoca que existan grandes diferencias de temperatura entre las distintas viviendas: unas registran temperaturas excesivamente altas mientras que en otras no consiguen la temperatura de confort deseada o incluso, en los casos más extremos, apenas tienen servicio de calefacción.

¿Cuándo se considera una patología el desequilibrio térmico?

Este desequilibrio térmico se considera una ‘patología’ cuando se superen los 2 grados centígrados de diferencia entre la temperatura de la vivienda más caliente y la más fría, en los días del año en los que se registran temperaturas más bajas.

Las causas más comunes que generan esta patología son:

 

 

Solución: realizar un equilibrado hidráulico

Tras años conviviendo con este problema, muchas comunidades de propietarios viven con la sensación de que el desequilibrio térmico de su instalación es un mal con el que no tienen más remedio que convivir, pero se equivocan.

Para solucionarlo se recomienda solicitar que la empresa de mantenimiento estudie la posibilidad de realizar un equilibrado hidráulico de la instalación, llevando a cabo una auditoría de la misma.

Auditoría previa

Para que el equilibrado hidráulico de calefacción central funcione, es imprescindible realizar una buena auditoría previa. En la auditoría se recogen datos de la instalación común  y de la individual de cada vecino, para poder determinar el caudal de agua necesario en cada radiador, lo que garantizará  su correcto funcionamiento.

 

¿Cómo se hace el equilibrado hidráulico?

El equilibrado hidráulico consiste, en el caso más habitual, en el montaje de válvulas de equilibrado de doble reglaje en cada radiador que permitan fijar el caudal de paso de agua por los mismos.

El caudal fijado será el obtenido de los resultados de la auditoría previa.  Estas válvulas podrán disponer de cabezales termostáticos para que cada vecino decida el grado de confort que requiere en cada estancia de su vivienda o cabezales manuales que permitan únicamente abrir o cerrar el paso de agua.

 

Bombas de caudal variable

En aquellas instalaciones en las que se instalen cabezales termostáticos, el caudal de agua circulante variará a lo largo del día en función del número de válvulas que permitan el paso de agua en cada instante. Por ello, es necesario que la bomba del circuito de calefacción sea de caudal variable, de modo que el sistema de calefacción central pueda adaptar su funcionamiento a las condiciones reales en cada momento.

 

Beneficios del equilibrado hidráulico en instalaciones de calefacción central

Equilibrar la instalación no solo tiene beneficios en el confort de las personas, que mejora notablemente, sino que también mejora el ahorro y la eficiencia energética de la instalación de calefacción central. De ese modo se deja de derrochar energía para conseguir calentar las viviendas desfavorecidas a costa de sobrecalentar el resto.

Gracias al equilibrado hidráulico:

Individualización de consumo de calefacción central y equilibrado hidráulico

Muchas comunidades de propietarios, siguiendo el RD 736/2020 han individualizado su consumo de calefacción de manera que cada vecino pague en función de la calefacción que realmente consume. Recomendamos que siempre que se acometa esta medida se realice un equilibrado hidráulico de la instalación y se instalen cabezales termostáticos en los radiadores.

Puesto que cada vecino va a pagar por lo que consuma, lo lógico es que tenga garantizado el servicio y además pueda decidir el grado de confort que quiere en su vivienda, siempre dentro de los parámetros de funcionamiento que determine su comunidad, ya que el consumo se individualiza pero el servicio de calefacción sigue siendo comunitario.

En Remica llevamos varios años ofreciendo a nuestros clientes la individualización de consumos junto al equilibrado hidráulico y los resultados han sido muy buenos tanto en mejora de confort como en ahorro energético. Podemos asegurar que en la práctica totalidad de los casos las comunidades que acometen esta medida ven reducida su factura energética de una manera considerable.

 

La importancia de una buena auditoría energética

Como indicábamos previamente es imprescindible realizar una auditoria previa a la realización de un equilibrado hidráulico para que el resultado sea el esperado.

En la auditoria se revisará el trazado de la instalación de calefacción, su estado general y sus parámetros de funcionamiento así como la instalación individual de los vecinos, tomando datos de los radiadores (tipo, tamaño, material) en las viviendas.

En función de los datos obtenidos la solución podrá variar. En el caso más sencillo será suficiente con el montaje de válvulas de equilibrado de doble reglaje en los radiadores, equipadas con cabezales termostáticos y la sustitución de la bomba de calefacción por otra con variador de velocidad. En este caso el equilibrado realizado se denomina estático.

En casos de grandes trazados de tubería o edificios muy altos con presiones de funcionamiento elevadas la solución puede requerir de otro tipo de equilibrado denominado dinámico. En este caso también se instalarán válvulas de equilibrado de doble reglaje en cada radiador pero estarán diseñadas para garantizar el caudal de paso soportando la sobrepresión del circuito en cada caso.

Adicionalmente, podrán ser necesarias otras válvulas de equilibrado en los ramales generales de la instalación.

Elegir la solución correcta en cada caso depende de disponer de la información de la auditoría. Si esta no se ha hecho se pueden adoptar medidas que no solucionen el problema.

 

En Remica somos expertos en la resolución de patologías de instalaciones térmicas centralizadas

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