Con la llegada de la Semana Santa muchas personas aprovechan para disfrutar de unos días de descanso lejos de sus residencias habituales. Aquellos que cuenten con una segunda residencia, es probable que encuentren fría el interior de las viviendas. En cambio los que se quedan, es probable que tengan que hacer frente todavía a algunos días fríos; algo que notarán también si pasan más tiempo en casa. Gracias a unos sencillos consejos, podrán mantener caldeada su casa y ahorrar calefacción.
Aprovecha los rayos del sol
Las habitaciones en las que se pasa más tiempo en reposo, como las salas de estar o los dormitorios, es importante conservar el calor. Para ello, es conveniente durante el día dejar pasar los rayos del sol y beneficiarse de la iluminación y el calor natural que producen.
Pinta las paredes de colores oscuros si deseas conservar el calor
¿Por qué en invierno las personas tienden a vestir de colores oscuros y en verano lo hacen de colores claros? La razón es muy sencilla: los colores claros como el blanco tienden a reflejar la radiación solar, mientras que los oscuros tienden a absorberla.
Con las fachadas y paredes de las viviendas también sucede lo mismo. Así, por ejemplo, en tejados de materiales similares, los de color oscuro tenderán a conservar más el calor y ayudarán a ahorrar calefacción. Los claros en cambio, tienden a reflejar la radiación solar, por lo que serán una buena alternativa para evitar hacer un gasto en aire acondicionado durante el verano.
Lo mejor es optar por los colores en función de la zona climática en la que esté ubicada la vivienda.
Detecta y termina con las zonas por las que se fuga el calor
Puertas, ventanas y rendijas de ventilación suelen ser los puntos en los que se pueden localizar fugas por las que se escape el calor. En puertas y ventanas es conveniente instalar burletes para evitar corrientes y fugas de aire. También en ventanas, es recomendable instalar cristales de doble acristalamiento o con aislamiento térmico reforzado.
En los baños, las rejillas que sirven para evitar la condensación también pueden ser puntos por los que se escapa el calor. Dado que cerrarlos no es la solución, se pueden cambiar por otras rejillas que permiten cerrarlos y abrirlos según las necesidades.
Los elementos decorativos también tienen una función útil
A través del suelo se pierde una gran cantidad de energía. En invierno su temperatura media puede ser de 10 ó 12 grados. Para evitar las pérdidas de calor y ahorrar calefacción, una solución puede ser cubrir el suelo con alfombras, gracias a las cuales se evita pérdida de calor.
Otro elemento a tener en cuenta son las cortinas. Además de una función decorativa, unas cortinas gruesas (mejor si están fabricadas con algún tipo de material aislante) en invierno contribuirán a conservar el calor.