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La biomasa es una energía renovable que ofrece unas altas prestaciones como fuente generadora de calor. No obstante, todavía persisten algunas creencias sobre calderas de biomasa que no son ciertas y que, a través de este post, intentaremos aclarar:

1.  ¿Es más caro instalar calderas de biomasa que de gas?

Aunque el gas natural es el combustible fósil más barato y menos contaminante, dependiendo del caso la biomasa puede ser una alternativa igual o más rentable. Hay varios factores a tener en cuenta, entre ellos el volumen de consumo energético. Una caldera de biomasa suele ser más competitiva cuando los consumos energéticos son elevados.

Para calcular qué tipo de tecnología es más rentable, lo más recomendable es contar con una empresa de servicios energéticos (ESE) con experiencia que realice un análisis completo de la situación y asesore en cada caso qué tipo de instalación será más rentable a medio y largo plazo.

Respecto al precio de los equipos, aunque por regla general las calderas de biomasa suelen ser más caras que las de gas -sobre todo cuando se trata de equipos de alta eficiencia con limpieza y retirada de cenizas automáticas- habitualmente compensa instalar este tipo de calderas de biomasa cuando se trata de obra nueva. Según el apartado HI4 del Código Técnico de Edificación, relativo a la sostenibilidad, un edificio de viviendas debe usar energías renovables para producir parte del agua caliente sanitaria que consumen sus habitantes.

Para cumplir con la legislación, hasta hace poco tiempo en obra nueva se solía realizar una instalación en la que se combinaba energía solar térmica con energía fósil como el gas o el gasóleo. Sin embargo, si se instalan calderas de biomasa no es necesario recurrir a esta solución ya que la biomasa se considera en sí misma una energía renovable. Al simplificarse la instalación, se reducen los costes. Además el uso de biomasa mejora la certificación energética del edificio.

2. ¿Se puede instalar biomasa en las ciudades?

Al quemar combustible, las calderas de biomasa emiten partículas a la atmósfera. Por ello, a partir de cierto nivel de potencia, deben incorporar un ciclón de humos que garantice el mínimo de emisiones al medio ambiente. Esta tecnología, que ya aplican las calderas de biomasa de alta gama, hace posible que este tipo de tecnología pueda utilizarse en núcleos urbanos.

Otra tecnología destacable es la que aplican ciertos fabricantes de calderas, la mayoría austriacos, que incorporan cámaras de combustión con parrillas móviles e intercambiadores de calor con turbuladores, que ralentizan el flujo de gases y mediante torbellinos, posibilitan que las partículas pesadas se decanten en el propio intercambiador evitando su emisión por la chimenea.

3. ¿Sólo se pueden instalar calderas de biomasa en edificios residenciales?

Además de en el sector residencial, las calderas de biomasa tienen un gran potencial en el sector terciario e industrial. Dentro del sector industrial por ejemplo, en la rama de fabricación-producción, la biomasa puede resultar muy ventajosa.

Las factorías, al estar ubicadas fuera de las grandes ciudades, permiten construir silos de gran capacidad para albergar astilla, que es la biomasa más barata. De este modo, es posible transportarla y suministrarla en camiones de gran volumen, consiguiendo una buena relación “energía producida-precio”, reduciendo el plazo de amortización de una instalación de calderas de biomasa.

4. ¿Puedo usar cualquier tipo de combustible en las calderas de biomasa?

Una caldera de biomasa está diseñada para usar un rango de combustibles determinados. Además, el ajuste que se realiza en la puesta en marcha es específico para el combustible seleccionado.

Si se desea cambiar de combustible (por ejemplo, pasar de hueso de aceituna a astilla), es necesario contactar con la empresa encargada del mantenimiento para que configure la caldera de acuerdo al tipo de biomasa que se quiere utilizar. De otro modo no se alcanzará un nivel de eficiencia adecuado y los costes de mantenimiento aumentarán exponencialmente, pudiendo en el peor de los casos, producirse averías en la caldera.

5. ¿Es cierto que algunos combustibles como el hueso de aceituna generan un olor desagradable?

La biomasa es un producto muy heterogéneo a diferencia de otros combustibles como el gas o el gasoil, que están más normalizados porque existe un gran número de certificaciones y homologaciones que consiguen generar un producto uniforme. Aunque ya se han dado muchos pasos para instaurar normas europeas para biomasas como la astilla y el pellet, en el caso del hueso de aceituna -una biomasa más local que se produce sobre todo en España e Italia– todavía no se ha logrado normalizar.

No obstante, existen procesos que garantizan la calidad del hueso de aceituna como combustible. Sometiéndolo a los procesos adecuados como el secado y despulpado, los olores se ven reducidos de forma notable apreciándose en todo caso tan sólo en el almacén y no en los gases de la chimenea que pudiera producir una caldera de biomasa.