Desde hace bastante tiempo, los autómatas programables para el control de las instalaciones de los edificios llevan implementados unos algoritmos conocidos habitualmente como EMS (Servicios de Gestión Energéticos) los cuales tienen como finalidad ayudar al usuario a gestionar su consumo energético de una manera eficiente y alcanzar los niveles de confort más óptimos posibles.

Dentro de estos paquetes de algoritmos encontramos desde los que se focalizan en el control de la demanda, los que utilizan el cálculo entálpico para la gestión del ”free cooling”, o los que reciclan las cargas térmicas reduciendo el consumo total.

Por su importancia y uso habitual vamos a explicar  en este artículo en qué consiste uno de estos algoritmos EMS,  el “arranque optimizado”.

El arranque optimizado se basa en las medidas de temperatura interior y exterior del edificio y un multiplicador histórico (memoria de la inercia del edificio) ajustado por los datos acumulados de días anteriores. El programa de Arranque Optimizado calcula cuál deberá ser el momento óptimo para encender la calefacción o refrigeración, y así alcanzar la temperatura interior deseada en el momento de ocupación. Este programa se adapta a los cambios de estación y a la construcción del edificio.

Arranque optimizado

En el mismo sentido, también podemos hablar de la “Parada Optimizada”. La Parada Optimizada utiliza la energía almacenada en el edificio  para manejar su carga hasta el final del periodo de ocupación. En base a las temperaturas de las zonas que tienen mayores cargas de calefacción y refrigeración y sus tasas de inercia, el programa ajusta el tiempo de parada de los equipos para permitir que la energía almacenada mantenga el nivel de confort hasta el final del periodo de ocupación. Este algoritmo también se adapta a los cambios de las condiciones del edificio.

Parada optimizada

La forma de configurar estos algoritmos, habitualmente es muy sencilla. Simplemente tenemos que conectarle los valores medidos de temperatura interior y exterior a través de sus correspondientes sensores y rellenar una serie de parámetros como son, el nivel de confort deseado, la hora de ocupación y desocupación prevista para el edificio, calendarios semanales y excepciones. El resto lo realiza el equipo en base a su programación interna.