El concepto de pobreza energética se refiere a un hogar que no puede pagar los servicios adecuados de energía con el 10% de sus ingresos. Según un informe  publicado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA)  titulado  Pobreza Energética de España. Análisis de tendencias en 2010 el porcentaje de hogares con gastos de energía desproporcionados alcanzó el 12% (cerca de 5 millones de personas) y el porcentaje de hogares españoles que se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno era del 8% (aproximadamente 3,5 millones de personas).

El nuevo estudio de 2014, realizado dos años después del primero, revela que estas cifras han aumentado bajo los dos enfoques. En 2012 el porcentaje de hogares con gastos de energía desproporcionados alcanzó el 17% (más de 7 millones de personas) y el porcentaje de hogares españoles que se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno era del 9% (alrededor de 4 millones de personas). Esto significa un aumento del 34% en el primer aspecto valorado y un 19% en el segundo, en tan solo 2 años de evolución.

El estudio de pobreza energética apunta como causas de esta situación tanto los precios crecientes de la energía como la reducción de las rentas familiares y la baja calidad del parque edificatorio. “Tres aspectos muy diferentes que obligan a la participación e interlocución de una multitud de agentes para poder dar respuesta de una manera global”, afirman.

La combinación de todas estas causas anteriores se traduce en que en el hogar entra menos dinero, mientras el consumo de energía se encarece.  Desde Remica Servicios Energéticos contamos con un amplio abanico de servicios enfocados a un consumo más eficiente de energía manteniendo el confort en los hogares, pero reduciendo el gasto y las emisiones de carbono.

De hecho, el estudio realizado por ACA recomienda rehabilitación energética de viviendas “como la solución a largo plazo más adecuada para la pobreza energética. La inversión en eficiencia energética debe ser vista como una medida con múltiples beneficios adicionales, como el ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes atmosféricos, la reducción de la dependencia energética o la creación de empleo”.