En los edificios de viviendas que cuentan con un sistema de calefacción central de carbón, la temperatura interior de las viviendas puede llegar a ser de hasta 30 grados en pleno invierno.

Esto no sucede porque las instalaciones sean mejores que las que utilizan otro tipo de combustible, sino porque se trata de instalaciones muy antiguas (algunas tienen 100 años), en las que no es posible realizar una regulación adecuada del sistema.

Estos son algunos de los principales inconvenientes de las instalaciones de calefacción central de carbón.

No pueden funcionar de manera automática

Dado que las calderas centrales de carbón no pueden funcionar de modo automático, por lo que es necesario que haya siempre una persona encargada de gestionar la caldera y de introducir en ella el combustible necesario para su funcionamiento.

 

No es posible instalar un sistema de regulación

Mientras en las salas de calderas modernas es posible regular la temperatura de las viviendas de manera automática, en función de los cambios de temperatura exteriores, en las instalaciones de carbón esto no es posible.

En una calefacción central de carbón la única forma de hacer una especie de regulación  es que la persona encargada de la instalación permita o limite la entrada de aire. A más entrada de aire, el carbón se consume más rápidamente y proporciona más calor. A menos aire, el carbón se consume más lentamente y, finalmente, se apaga.

En todo momento el proceso es manual y no puede controlarse la temperatura que se ofrece a las viviendas con la precisión de las instalaciones de calefacción modernas.

En la práctica, esta falta de regulación supone un desperdicio energético ya que hay usuarios que, incluso, llegan a abrir las ventanas porque hace un calor excesivo en sus viviendas ya que no disponen de elementos que les permitan regular su temperatura de calefacción.

 

Requiere de un espacio de almacenamiento

En las instalaciones de carbón es necesario contar con un espacio para almacenar el carbón.

Además, la persona encargada de la instalación debe estar pendiente del nivel de combustible que queda y hacer los cálculos adecuados para tener siempre suficiente para pedir más y evitar que se agote, especialmente cuando más combustible se consume.

 

 

Falta de seguridad

Al tratarse de instalaciones antiguas, la seguridad es prácticamente nula, comparada con otros sistemas y exigencias actuales de las salas de calderas.

¿Cuál es la normativa actual de las instalaciones de carbón?

 

 

Son contaminantes

La combustión de carbón provoca la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, la combustión de carbón en el sector residencial es una fuente de emisiones de dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOX).

Estas emisiones son más numerosas que las que produce la combustión de otro tipo de combustibles sólidos, como la madera o la biomasa.

Se calcula, que a nivel global, la combustión de carbón en el sector residencial es la responsable del 4% de emisiones de SO2 y del 1% de emisiones de NOX.

 

¿Qué ventajas tiene sustituir las calderas centrales de carbón?

Aquellas comunidades que deciden cambiar su caldera de calefacción central de carbón por una instalación más moderna, adaptada a las normativas actuales, disfrutan de muchas ventajas, entre ellas:

 

¿A qué combustible cambiar?

Aunque la biomasa se suele valorar como un sistema de calefacción que puede sustituir al carbón, desde el Departamento Técnico de Remica Servicios Energéticos explican que, aunque puede resultar una solución idónea para viviendas individuales de localidades pequeñas o entornos rurales, en grandes urbes lo más recomendable es optar por sustituir la vieja caldera de carbón por una caldera de condensación a gas natural.

El gasóleo tampoco es la opción más adecuada. Además de ser un combustible con menos rendimiento que el gas natural, el gasóleo también precisa de un espacio importante de almacenamiento y que los tanques de la instalación también tienen que pasar revisiones periódicas. Con el gas, que va a tuberías, esto no sucede.

 

Las instalaciones de gas son las que más rendimiento y prestaciones ofrecen:

¿Vuestra comunidad tiene instalaciones de carbón o muy antiguas y os interesa conocer cómo podéis optimizarlas?

Los consultores energéticos de Remica están a vuestra disposición para realizar un diagnóstico personalizado y ofrecer la solución que mejor se adapte a cada caso.

Contacta con nosotros a través de este formulario o en el teléfono 91 396 03 0

 
 

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