En artículos anteriores hemos mencionado lo importante que es contar con un buen aislamiento térmico del edificio para evitar pérdidas de energía que hagan que sea más costoso enfriar la casa en verano y calentarla en invierno.

Para lograrlo, disponer de unas buenas ventanas que aíslen de la temperatura exterior es fundamental. Un objetivo que es ahora más factible gracias a nuevas tecnologías desarrolladas recientemente, entre ellas, unas “ventanas inteligentes” creadas por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

 

¿Qué convierte a estas ventanas en ‘inteligentes’?

Estas “ventanas inteligentes” permiten de controlar la cantidad de luz que pasa a través de un cristal; así protegen el interior del edificio de la radiación solar y evitan pérdidas de energía.

Pulsando un interruptor se activa una tecnología que provoca reacciones físicas y químicas, de modo que el vidrio de la ventana transparente se vuelve opaco.

Una de las grandes ventajas de estos vidrios es que se pueden usar sobre muchos tipos de superficies (flexibles, planas, curvas, de cristal, poliméricas…) por lo que son aptos no solo para ventanas, sino también para puertas, paneles divisorios o salas de reuniones.

De ese modo, además de proteger de la radiación solar, preservan la intimidad de los espacios y se convierten en un elemento decorativo con el que se puede ‘jugar’ en función de las necesidades de cada momento.

 

Tecnología innovadora

Su producción “sencilla y barata” es otra de las ventajas de esta tecnología. “Producir un metro cuadrado de otros modelos cuesta miles de euros mientras que en nuestro caso solo es de varios céntimos de euro. Eso permitirá una amplia fabricación de ‘ventanas inteligentes’ a un precio razonable”, explica David Levy, investigador del CSIC.

Lo que diferencia la tecnología patentada del CSIC de otras similares es que, en lugar de utilizar vidrios conductores o cristal líquido, emplea delgadas películas de material poroso a modo de recubrimiento. Mediante su exposición al aire húmedo o seco estas películas cambian su transmisión óptica, consiguiendo una conmutación entre un estado transparente y uno opaco.

Dado que el sector de la construcción ha evolucionado en los últimos años hacia edificios energéticamente eficientes que utilizan vidrio en las fachadas, los inventores de estas ‘ventanas inteligentes’ consideran que esta tecnología podría tener una amplia implantación en un futuro próximo ya que consigue “optimizar los recursos energéticos, reduciendo la carga de aire acondicionado en verano y de calefacción en invierno”.