Los radiadores son los elementos que transmiten el calor de la instalación al ambiente. El agua circula por su interior. A través de su gran superficie de intercambio con el aire o por aletas de disipación se produce la emisión de calor al recinto. Del buen uso que hagamos de ellos, así como de su correcto mantenimiento dependerá que el calor se distribuya de forma más eficiente en las estancias y que, en consecuencia, podamos ahorrar en calefacción.

1. No cubras los radiadores

Si ponemos obstáculos delante del radiador (cubre radiadores, cortinas pesadas, etc.) el calor no se distribuirá de forma correcta por la estancia, de modo que se desaprovecha energía y se pierde confort.

2. Mantén limpio el exterior

Limpiar el radiador del polvo, pelusa y grasa hará que el puedas disfrutar de un ambiente más limpio y confortable. La limpieza ayuda a que el radiador funcione correctamente y, de ese modo, se contribuye a ahorrar en calefacción.Es conveniente esperar a que el radiador esté apagado; así evitaremos quemaduras.

Para la parte más complicada, la que se encuentra entre los tubos, es aconsejable usar una aspiradora y posteriormente un plumero  flexible, o un cepillo cilíndrico parecido a un limpia-biberones que permita llegar a todos los recovecos.

Realizar una limpieza periódica del radiador no solo asegura su correcto funcionamiento, sino que además hace que el usuario se dé cuenta de si hay marcas de oxidación o si se ha producido alguna rotura.

3. Deshazte de las manchas de óxido

En ocasiones, puede que durante la limpieza periódica del exterior de los radiadores encontremos manchas de óxido. En esos casos, expertos en limpieza aconsejan echar aguarrás en un trapo seco y aplicarlo en la mancha de óxido. Después, se debe enjuagar la superficie afectada con agua y secar el radiador.

4. Termina con las filtraciones y goteras

Si el radiador está húmedo es señal de que ha podido producirse una filtración. Para solucionarlo aconsejan utilizar una masilla de secado rápido que se endurezca antes de que vuelva a aparecer el agua. Si en lugar de filtración aprecias que el radiador tiene una gotera, tras limpiar de óxido y suciedad la zona puedes aplicar algún material aislante. No obstante, si tienes dudas de poder solucionarlo por ti mismo, lo mejor es que consultes con un técnico especializado.

5. Pon fin a los ruidos

Que los radiadores hagan ruido no debe tomarse como algo normal ya que puede significar que haya una burbuja de aire atrapada en el interior. Solucionarlo es sencillo: basta con girar un poco la válvula de purgado sin que llegue a salir agua.

6. Antes de la temporada de calefacción, purga los radiadores

Antes de que sea necesario encender la calefacción para la temporada invernal es fundamental que tomes como rutina purgar tus radiadores; es decir, debes sacar el aire que se acumula en los radiadores durante los meses en que no se han utilizado.

Aplicando estos sencillos trucos, conseguimos que el sistema funcione de manera eficiente, evitamos averías y pérdidas de energía y, en consecuencia, logramos ahorrar en calefacción.