mejorar en ahorro y eficiencia energética el sector residencialEl consumo de energía en los hogares españoles no ha dejado de crecer en los últimos años. Así se desprende de la última edición del Observatorio de Energía y Sostenibilidad en España, cuyos autores destacan que existe un gran potencial de mejora del ahorro y eficiencia energética en el sector residencial.

 La calefacción, la gran consumidora

Las familias suponen alrededor del 30% del consumo energético total. En España, un 18% del consumo corresponde a los hogares. Dentro del sector residencial, el observatorio apunta a que el mayor consumo de energía corresponde al uso de la calefacción (alrededor de un 46%), seguido del agua caliente (alrededor de un 20%); mientras que otros servicios como la iluminación o la cocina registran un uso muy inferior.

Mismo confort, pero más ahorro energético

Los autores del informe destacan que, en los últimos años, la evolución del consumo energético en el sector residencial no ha sufrido grandes variaciones, lo que sorprende dado el gran potencial de ahorro y eficiencia energética.

Mejorar en este aspecto significaría mejorar la calidad de vida del usuario, permitiéndo tener el mismo o más confort pero consumiendo menos energía.

Se necesitan políticas adecuadas

Además de concienciar a las personas para que individualmente adopten hábitos de ahorro y eficiencia energética, el informe Potencial Económico de Reducción de la Demanda de Energía en España destaca la necesidad de aplicar políticas que ayuden a explotar todo el potencial de ahorro energético del sector.

La sustitución de viejos equipos por calderas y bombas de calor energéticamente más eficientes es una de las medidas en las que es necesario insistir. También debe brindarse apoyo a la realización de auditorías de las instalaciones, que conciencien a los usuarios de la necesidad de realizar mejoras.

En cuanto a las medidas que incluyan un apoyo económico o señal en el precio, el informe señala que se trata de medidas positivas “siempre que vayan dirigidos a eliminar barreras” ya que “pueden romper en ocasiones inercias, o crear concienciación”. No obstante, consideran que deben tener una fecha de caducidad.

El potencial de la rehabilitación energética

A pesar de que la rehabilitación energética tiene un significativo potencial de mejora del ahorro y eficiencia energética en el sector residencial, lo cierto es que tiene una baja rentabilidad relativa. Es decir, se trata de una medida de un alto coste económico cuya rentabilidad tarda en llegar, sobre todo si no se combina con otras medidas de eficiencia energética, como por ejemplo la sustitución de las viejas calderas por calderas eficientes.

Para impulsar la rehabilitación energética es, por tanto, importante evaluar el coste incluyendo tanto las externalidades implicadas (por ejemplo, el cambio climático o la seguridad energética) así como el coste económico y el retorno de la inversión. También es importante apoyar las medidas de l+D que contribuyan a abaratar la tecnología. Y, finalmente, evaluar las repercusiones que fuera del ámbito energético pueden suponer la rehabilitación energética de edificios, por ejemplo, los beneficios socio-económicos que pueden tener para el sector de la construcción.